La oferta de Iberia nos
incluía el vuelo hasta Madrid y desde allí a La Habana. Facturamos
todo ya en nuestro aeropuerto y así al llegar a Madrid pudimos
movernos más ligeros. Cosa que no vino mal, ya que para acceder a la
terminal internacional T4 Satélite tuvimos que recorrer la T4, coger el metro y
pasar un control de seguridad que avanzaba bien lento… Recordad tener en
cuenta siempre un tiempo prudencial de enlace en este aeropuerto…
Comimos en un local
de comida rápida y nos fuimos a la puerta de embarque. En Iberia al
viajar con niños verás que en el billete de los peques pone Grupo
A. De este modo podrás embarcar con prioridad, lo que facilita
colocar los bártulos y calmar a los peques sin tanta espera de cola.
El avión era
espacioso y cómodo. Quizás el mejor aspecto ha sido el poder
disponer de las tablets individuales con contenidos infantiles.
Nuestro peque se le hizo el tiempo corto con los dibujos, canciones,
juegos,… que incluía. También nos entregaron una pequeña bolsa bandolera con actividades infantiles.
Nos sirvieron una
comida (pasta o pollo) y una merienda, de buena calidad y completas.
El vuelo se llevó
bien pese a estar situados en una zona cercana a los baños (y eso que habíamos elegido otros asientos en el checkin online...), donde el
paso de viajeros fue constante durante todo el viaje.
Aterrizamos en el Aeropuerto José Martí de LaHabana sin incidencias, pasamos el control de pasaportes y recogimos
el equipaje. Cambiamos unos euros a pesos cubanos y concretamos el
traslado al hotel con un taxista, que nos acercó al centro.
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