Visita a las Playas del Este.

El sol no nos acompañó los primeros días en La Habana, así que cuando la previsión de tiempo mejoró decidimos pasar un día de excursión en las Playas del Este, una zona cercana a la ciudad y bien comunicada. Son las playas adonde van los cubanos, ¡y la visita fue mejor de lo que esperábamos!

Hay una conexión en un bus turístico (línea T3) que sale del Parque Central (próximo al Capitolio) y cuesta 5 CUC el billete ida y vuelta.

El bus sale de La Habana bajo el agua por el túnel y la primera parada es en el Castillo de la Real Fuerza, desde donde podemos observar unas bonitas vistas de la ciudad frente al Malecón.


Luego va parando en distintas playas (Tarará, Playa Azul, Tropicoco,...). Nosotros fuimos hasta la parada final, la playa de Santa María. Son unos treinta minutos de viaje. El bus es moderno y con aire acondicionado.

Llegamos a una playa tranquila, de arena blanca y agua turquesa. Hay un chiringuito para alquilar sombrillas, hamacas, pedaletas,... En uno de los extremos hay más piedras y en el otro la zona está más despejada.


Comimos en un chiringuito que está justo a la entrada de la playa. Una choza techada de palmeras. Hacía mucha calor pero si elegís la mesa que está al lado del ventilador estaréis a gusto. Pedimos una brocheta de langosta y un plato de carne de cerdo, los dos muy buenos y a buen precio. Mientras esperábamos por los platos, un camarero nos hizo una actuación de magia en la mesa que al peque le fascinó. :)


Otra cosa curiosa fue ver cangrejos ermitaños en la zona de vegetación que hay entre la playa y el camino. ¡Qué bichos más graciosos!

Regresamos a media tarde cuando una tormenta de rayos y truenos amenazaba con descargar.

De volver a La Habana no descartaríamos buscar un apartamento en esta zona (hay varios en Airbnb y anuncios de casas particulares in situ) para pasar por lo menos una noche.

Ahorrando:
- Los peques tienen el billete del bus turístico gratis hasta los 6 años.

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